El patrimonio cultural e inmaterial, transmitido de generación en generación es recreado por comunidades y grupos en función de su medio, su interacción con la naturaleza y su historia. La salvaguardia de este patrimonio es una garantía de sostenibilidad de la diversidad cultural, la fiesta folclórica y cultural más importante de Colombia es el Carnaval de Barranquilla cuenta con dos designaciones: Patrimonio Cultural de la Nación y Obra Maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad, títulos otorgados por el Congreso de la república y por la UNESCO respectivamente.
El Carnaval de Barranquilla es patrimonio de la Humanidad porque reúne expresiones emblemáticas de la memoria e identidad del pueblo barranquillero, del Caribe colombiano y del Río Grande de La Magdalena, por la mezcla de culturas que sustentan lo que somos como nación, por su capacidad de movilización social que supera todo tipo de diferencias, porque su poder de convocatoria está en el corazón de la gente que hacen de la diversidad un motivo de fiesta y de celebración que alienta el arte popular y mantiene vivo el pasado, esta celebración es una obra maestra del genio creador humano porque es el único espacio en el país donde se expresan las manifestaciones culturales producto de la hibridación de las culturas dominadas -aborigen y africana- como forma de resistencia a esos pueblos que a la perdida de sus mitos, creencias y expresiones culturales frente a los impuestos por la cultura dominante española.
También evidencia este carácter en la instrumentación musical ancestral que acompaña las danzas. Su arraigo a la tradición cultural está inmerso en la vida de la gente, no solo por su participación, si no por aspectos como la preparación de danzas y cumbiambas, la elaboración de máscaras, la indumentaria que construye una serie de significados y fortalece el tejido social en diversos sectores de la ciudad.
Su importancia como fuente de inspiración e intercambio cultural posibilita la permanencia de expresiones ancestrales vulnerables, que cada año se dan cita convirtiendo el Carnaval es una alternativa de subsistencia y testimonio vivo de la tradición folclórico-cultural de la región caribe de igual manera su destacado rol en la cultura y en la sociedad debido a que su producto coreográfico y musical han contribuido a la construcción de la nacionalidad colombiana y se han convertido en pilares de la identidad nacional, La Cumbia por ejemplo es un ritmo que identifica a nuestro país en cualquier lugar del mundo.
El Carnaval de Barranquilla tiene su origen remoto en el Carnaval que vino a América desde España, de ahí viene su espíritu de renovación y cambio parecido al que animó estas fiestas en Europa, el primer Carnaval celebrado en la ciudad se pierde en la historia hace más de un siglo, cuando Barranquilla era una pequeña población. Sin embargo, han circulado diversas historias referentes a la manera como el pueblo barranquillero festejaba el Carnaval; su forma siempre ingenua, graciosa, festiva y ante todo sana, han permitido que se conserve una tradición que se remonta a hace tres siglos, las fiestas de Carnaval, de origen europeo, fueron introducidas a América por los españoles y portugueses. Las de Barranquilla tienen antecedentes próximos en la celebración que se efectuaba en Cartagena de Indias, en época de la Colonia, como fiesta de esclavos; por esas fechas aparecían por las calles los negros con instrumentos típicos y atuendos especiales, danzando y cantando, la tradicional novena de La Candelaria, en Cartagena de Indias, sirvió de marco a suntuosos bailes que en el Siglo XVIII concedían un día de fiesta a los negros bozales traídos de África. Esas fiestas constituyen fuente de las principales danzas del Carnaval de Barranquilla.
Origen primitivo del Carnaval
No es fácil precisar con certeza la etimología de la palabra Carnaval. Sin embargo, se cree que procede de "Carrus Navalis", una fiesta popular derivada de las Saturnales Romanas, si bien hay vestigios de esa celebración en todos los pueblos antiguos, se dice que la diversión del Carnaval tuvo un carácter religioso en sus remotos orígenes, cuando se celebraba el año nuevo entrada de la primavera, como símbolo del renacer de la naturaleza, en Grecia y Roma incluían actos procesionales y en tales espectáculos comunes así mismos entre teutones y celtas, se paseaba aparatosamente un barco con ruedas dentro del cual, grupos enmascarados ejecutaban ciertas danzas y entonaban canciones satíricas en medio de jubiloso desorden.
La costumbre de este "carro naval" subsiste aún en Reus, (España) donde por épocas carnestolendas, colocan sobre un carromato una embarcación de 70 toneladas y la hacen arrastrar por diez caballos, desde la nave arrojan flores y caramelos, el día clásico del carnaval es el Domingo de Quincuagésima, pero van agregados a él el lunes y el martes siguientes, en muchos lugares el carnaval se inicia el 6 de enero aunque Siglos atrás, el carnaval de Venecia comenzaba el 26 de diciembre.
El Rey Momo, hijo del sueño y de la noche, presidía las fiestas de los locos, que se celebran en pueblos, aldeas y ciudades, divinidad de la burla, amo de la sátira hiriente y del sarcasmo cruel y de la más despiadada ironía, Momo se convirtió en el "protector" de todos aquellos que se entregaban al jolgorio, al escándalo del vicio y a los excesos,
esta deidad que se burlaba de las divinidades fue el predilecto de las pequeñas cortes feudales.
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